Carta al Director (o similar, léase Miguel Ángel)

Con alguna experiencia como columnista de prensa, a mis años, que no son pocos, no recuerdo -y no creo que la memoria me falle-- algo tan absurdo cómo que alguien considere ofensivo un texto como el de Darío Pozo. La esencia del periodismo -y esta tu/vuestra/nuestra (comunal en suma) página no es sino un periódico-, radica en la vieja regla: los hechos son sagrados, pero las opiniones son libres.

Hace unos meses tuve la idea de registrar este dominio y montar el portal que usted puede ver. Me gustaria pensar que también le hace disfrutar y/o presta un servicio. Como digo, yo tuve la idea, pagué los gastos del servidor y el resto fue mi trabajo montando y configurando un programa gestor de contenidos que genera las páginas que se visualizan bajo este dominio de manera dinámica.

Muy encomiable la labor realizada para la recreación histórica en torno a la muerte del Rey Don Pedro. Llama la atención la gran participación popular, la ambientación y la dramatización, fruto del interés de todo el pueblo que cuenta con el pilotaje de esta gran realización de la Encomienda de Montiel, asociación surgida en base a esta realización que se convierte en una formidable atracción turística.

A casi trescientos años de distancia, contemplamos la descripción de nuestros pueblos, inicialmente agrupados antes de 1835 en la antigua Comunidad de Pastos del Campo de Montiel que incluian poblaciones hoy desvinculadas de nuestro partido judicial: Ossa de Montiel, Castellar de Santiago, Torrenueva, La Solana, San Carlos del Valle, Beas de Segura y Chiclana, y algunos incluso ya no son  de nuestra provincia.

En el último ejercicio del lustro que se extinguió, el Campo de Montiel fue zona de ensayo de la hipótesis sobre "el lugar de la Mancha", que su creador prefirió ignorar. Los amplios alfoces de 24 municipios fueron diagonalizados y simulados estadísticamente para contrastar esta conjetura. De cualquier modo, Montiel y su comarca, con los amplios espacios que la circundan, disponen además de otra inveterada imagen literaria que fijó perfiles garantizando su perduración por encima de la erosión del tiempo.