Cruz de Santiago

 

 


 

LAS TACILLAS PDF Imprimir Correo electrónico
POBLACIONES - Cózar
Escrito por Miguel Ángel Gallego   

Las Tacillas son un juego de azar donde se juega bastante dinero. Tienen gran tradición y fama en Cózar y se juega durante las fiestas patronales que comienzan cada año el 13 de Septiembre.


Vista superior de una tacilla



La tacilla se forma en una excavación en el suelo con forma similar a medio huevo. Mide 2'20 metros de largo por 1'30 de ancho, y unos 25 centímetros de profundidad. La superficie de la Tacilla es de cemento, bordeada de ladrillos, y en su parte más profunda existen tres hendiduras, una central, redonda, llamada "la cazoleta" o también "la tacilla" con un diámetro de 12 centímetros y otras dos de forma longitudinal, de 14 centímetros de largo por 2 centímetros de ancho "las rendijas".

Esta sería la sección longitudinal central de una tacilla por su eje más largo:

 

Vista de perfil de una tacilla

 

Existen dos tacillas que están situadas detrás de la Ermita del Santo Cristo de la Veracruz, patrón de Cózar. Terminadas las fiestas se cubrían de tierra para su conservación y así permanecían todo el año hasta la feria siguiente. En 1998 se construyó una estructura techada para protegerlas de las inclemencias permitiendo a la vez que ser admiradas por cualquier visitante.

En cada partida son necesarias ocho bolas de barro cocido, de unos 18 milímetros de diámetro. El jugador se sienta en una banqueta en la parte superior de la Tacilla que está más alejada de la cazoleta, toma las ocho bolas en una mano, apoya la mano boca abajo con las bolas sobre la superficie de la Tacillas y suelta las bolas. En teoría hay una zona demarcada en la parte superior de la Tacilla desde donde deben salir las bolas, sin embargo no es tomada normalmente en cuenta, a no ser que el jugador se aleje demasiado de ella.

Es un juego de azar, no de habilidad, no se trata de acertar con las bolas en la cazoleta ni nada parecido. Cualquier intento de influir en el recorrido de las bolas desembocaría en la nulidad de la partida y expulsión del jugador.

Una vez que el jugador ha soltado las bolas, éstas comienzan a correr por la superficie de la Tacilla, finalmente se dirigen hacia la parte más profunda, donde se encuentran la cazoleta y las rendijas.

Se cuenta el número de bolas que han caído en la cazoleta, si este número es par el jugador ha ganado. Si el número de bolas en la tacilla es impar, la jugada ha dado "Nones" y éste ha perdido. Cuando entran las ocho bolas en la cazoleta se denomina pares reales (tambien se denomina asi cuando ninguna bola entra en la cazoleta), en todo caso el jugador gana.

 

Paresnonespares reales


La Puja de Las Tacillas

La víspera del día grande de las fiestas se produce la apertura de las Tacillas, alrededor de las 12 de la noche. Las Tacillas pertenecen a la Hermandad del Santo Cristo de la Veracruz, pero el desarrollo del juego no corre a cargo de esta cofradía. Se organiza una subasta o puja en la Lonja de la Iglesia del pueblo para ver quién se queda con las Tacillas en esa edición de las fiestas.

El presidente de la hermandad comienza la puja con la siguiente frase: "¿Quién da una limosna por abrir las Tacillas del Santo Cristo?". Y a partir de ahí todos los vecinos pueden hacer su oferta. Las ofertas se van superando y es lógico en una subasta se adjudican al mejor postor. En los últimos años se ha llegado a los 12.000 euros.

 

Desarrollo del juego

Una jugada de las Tacillas comienza cuando un jugador, tras aguardar su turno, se sienta en las banquetas situadas en la parte superior de la tacilla. Entonces debe sacar el dinero que va a apostar a pares. El jugador decide qué cantidad de dinero va a apostar sin que haya, en principio, límite tanto mínimo como máximo.

El resto de jugadores igualarán, entre todos, y en la proporción deseada por cada uno, la cantidad apostada. A este proceso se llama "casar". Es posible que la cantidad apostada por el jugador sentado sea casada por un único apostante, aunque esto no es lo más habitual. Normalmente nos referiremos al jugador que se sienta como "jugar por dentro" o "sentarse", mientras que los jugadores a nones se suelen llamar "por fuera".

Todo el proceso de casar el dinero será vigilado atentamente por el "tacillero", persona que se ha quedado con las Tacillas u otra designada por él, y que velará por que todo el proceso se desarrolle de manera correcta.

Todo el proceso de casar puede durar de unos segundos, cuando hay poco dinero en poder del apostante, a varios minutos en grandes jugadas con mucho dinero.

Cuando todo el dinero ha sido casado, o bien cuando ya no hay ningún jugador de fuera que quiera casar parte del dinero restante, el tacillero entrega las bolas al jugador. Éste las toma entre sus manos y las deja correr por la Tacilla. Tres o cuatro segundos después, las bolas han detenido su curso. El tacillero cuenta las alojadas en la cazoleta y anuncia el resultado a los gritos de ¡Pares!, !Nones! o ¡Reales!.

Si el resultado ha sido Nones, el jugador sentado ha perdido todo su dinero. El resto de jugadores recogera cada uno su apuesta más otro tanto que sale de lo dejado por el jugador sentado.

Casi nunca existen problemas a la hora de este reparto de dinero, dado que las Tacillas son una tradición que no persistiría si se viera rodeada de discusiones o peleas. Está prohibido enfadarse, todos conocen las reglas y además se juega entre vecinos y muchas veces amigos.

Si el resultado ha sido Pares, el tacillero recoge todo el dinero depositado sobre la tacilla, muchas veces ayudado de una escoba de esparto, y lo entrega al jugador sentado. Éste tiene dos opciones, dejar el juego "levantarse" o seguir jugando. Si decide seguir jugando, puede hacerlo, con la única condición de que no puede "retirar" dinero sino que ha de volver a apostar lo mismo que antes más lo que acaba de ganar.

Casada la nueva apuesta, el jugador podrá tirar las bolas por segunda vez. Este proceso se repite hasta que el jugador decida levantarse o pierda sacando nones. Si el jugador ha decidido levantarse, recogerá sus beneficios y abandonará el puesto, tras entregar al tacillero una propina.

Esta propina es el beneficio que obtiene el tacillero. Ésta es proporcional a la ganancia obtenida. El hecho de entregar propina es absolutamente obligatorio para todo jugador que se levante habiendo ganado. Los jugadores que pierden no están obligados a entregar propina, sin embargo, algunos lo hacen y siempre es bien recibido por el tacillero y denota un "buen perder" por parte del jugador.

 


Basado en informaciones recogidas en www.cozar.info, cuyos autores son Eulogio Navarro y José Alberto Segura

 

Ultima actualización ( 20 de Mayo de 2008 )
 
 
 
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